Patio, propiedad de una pareja joven, cuya casa se remonta muy probablemente al siglo XV y que toma su nombre de la misma calle en la que se sitúa “Calle de las Guzmanas” y en la que como indica Ramírez de Arellano en su libro “Paseos por Córdoba” le da nombre el apellido “Guzmán”, cuyos señores estuvieron allí en una de sus casas (y que sólo tuvo hijas). Coincide en este hecho Juan de Guzmán, nieto de Leonor López de Córdoba, que murió poco después de 1470 sin dejar hijos varones por lo que la historia apenas habla de él. Este hecho, el de solo tener hijas, dio nombre a esta calle y a este patio, “de las Guzmanas”.

Perteneciente desde el siglo XVII al Obispado de Córdoba y destinada en el siglo XX a viviendas sociales, fue casa de vecinos hasta la década de los 70, en la que toman posesión de ella una de las familias que la habitaban.

Del patio cabe destacar su arco y pozo de estilo mudéjar, que conserva su brocal original. A la salida al patio y en honor a tiempos pasados, se ha recreado la cocina, que se situaba en dicho lugar junto al pozo. Que decir de sus plantas, que sus jóvenes propietarios cuidan con gran esmero y que gracias a la gran luminosidad del patio permanecen floridas casi todo el año. Hoy por hoy, el lugar más disfrutado de la casa, punto de encuentro de familiares y amigos y que disfrutan diariamente, sintiéndose muy afortunados de poder contar con un pedacito de Patrimonio de la Humanidad y que con gran ilusión quieren compartir, a través del Concurso de Patios Cordobeses, con todo el que quiera venir a visitarlo.

Fuente: http://patios.cordoba.es