La Posada del Potro es un singular edificio que se sitúa en la plaza con la que comparte nombre. Es el prototipo de una vivienda popular de los siglos XIV y XV que coloquialmente se denominaba “corral de vecinos”. En este tipo de edificios, las estancias se disponían alrededor de un patio común y fue utilizada con tal finalidad hasta la década de los años setenta del siglo pasado. Mientras en la planta baja se encontraban las cuadras, en la planta superior se ubicaban las habitaciones con barandas de madera.

La Posada del Potro sirvió de hospedaje y probablemente su huésped más conocido universalmente fue Miguel de Cervantes que gracias al encanto de este lugar, lo inmortalizó en su obra más conocida: Don Quijote de la Mancha. También Pío Baroja menció este lugar en su obra La Feria de los Discretos.

Adquirida por el Ayuntamiento de Córdoba, el consistorio local decidió en el año 2005 su conversión en Casa Museo de Antonio Fernández “Fosforito”, una de las figuras más importantes del flamenco universal, recibiendo su nombre actual Casa del Flamenco de Córdoba.