En el Alcázar Viejo desde siempre se conoció a este patio como la cuadra, pero, como casi todo en este antiguo y castizo barrio, nunca ha sido una sola cosa a lo largo de los siglos. Así, el recinto fue parte de una casa de vecinos en su día, corral de un caserío, parte del sistema defensivo del Alcázar...

Este año participa en el certamen, aunque fuera de concurso, tras la recuperación que han hecho del recinto tres jóvenes del barrio. Fíjense en el pavimento de bolos de río, el tramo de lienzo de muralla integrado o la muestra de útiles para caballos, mulas y burros, arreos y aperos, recordando el último uso que tuvo el recinto.

Para este estreno, se ha cuidado mucho la variedad floral: la pisciflora, la flor de la gamba, el butilón, flores tradicionales como la gitanilla o el geranio, petunias, la rara flor de la justicia... Y conserva también elementos tradicionales como un antiguo palomar o el abrevadero de cuando fue cuadra.